Clinch

La guerra, Polemos, es el padre de todas las cosas*, una contienda que es al mismo tiempo armonía, un ajuste de fuerzas opuestas que mantienen tensa la cuerda del arco. El clinch es el estado en el cual los boxeadores quedan enganchados uno al otro, abrazados en su lucha. El bien y el mal, el grito y el silencio, el deseo y la obligación. El adentro y el afuera, el deseo de escapar y la costumbre de no poder hacerlo. La unidad de los contrarios ocurre por la lucha que entablan entre sí. Esa tensión de fuerzas opuestas los equilibra y la lucha se transforma en motor de la armonía.
*Heráclito de Éfeso, siglo V a.c.