Lazos

Un corazón sobre la mesada de la cocina o la mesa de disección, y un cuchillo que lo abre, lo machaca rabioso y salpica con sangre, lo investiga, lo corta. Se arrepiente y lo reconstruye, lo mima y acaricia.
La sangre va por el cuerpo y construye los vínculos de parentesco. Contenida, hermana. Al salir, destruye. Las venas se enredan.

No enfurecer tanto. Hay que domesticarse. Quiero armar lo que acabo de romper, no puedo evitarlo, tengo que verlo estallar. Junto la sangre, limpio el cuchillo.
Por fin llega el momento de acunar al corazón. Mientras lo acuno, siento como me arrullan.