Cazadoras
Las Hienas
Soy presa de las hienas que crío en mi jardín. Convivimos desde hace años y lentamente aprendimos a comportarnos bien. Si les doy de comer no me atacan. Comen dos veces al día. Sobras, algunas carnes viejas. A veces cereales.
Ellas viven en manada y yo vivo sola. Se burlan de mi soledad. Algunas veces intenté escaparme. Me fui de viaje y me mudé de casa tres veces. Pensé que me buscarían. Pero solo esperaron a que yo volviera.
Volví. Tenía que encontrar la forma de estar con ellas siempre. En una feria de animales conseguí hienitas de plástico. Me parecieron muy baratas. Agarré varias, seis o siete, me las puse en el bolsillo.
Desde ese día vivo acompañada. Formo parte del clan devorador del patio al fondo de mi casa. Soy una más entre mis hienas, ataco, corro y me río como ellas. Cuido a nuestros cachorros y como dos veces al día. A veces cereales.
Soy la cazadora feroz que me tiene atrapada. Soy la cazadora que me tiene irremediablemente presa. Irremediablemente urbana.